Abr, 2024.- Para la huelga del 9 de abril de 1958 los dirigentes del Movimiento Revolucionario 26 de Julio se dieron a la tarea de organizarla, con ese objetivo se comenzó a formar desde fines de 1957 el Frente Obrero, y el 12 de marzo se publicó un Manifiesto declarando la guerra total al régimen sanguinario de Fulgencio Batista declarándose como tarea fundamental el apoyo con acciones armadas.

En Camagüey las primeras orientaciones fueron recibidas por conducto de David Salvador, responsable nacional del frente obrero del Movimiento. La fase preparatoria se inició con algunas reuniones en la capital provincial donde se acordó enviar armas a Nuevitas para afirmar las operaciones.

Estas no llegaron y limitaron el plan adecuándose a las circunstancias reales de entonces. Por ello se establecieron los contactos con diferentes sectores interesados en la Revolución para lograr su soporte y el 8 de abril en la noche se logró el acuartelamiento de los combatientes para cumplir sus misiones, la Dirección del Movimiento ejerció el mando desde la casa de Bienvenido Pérez (T), la dirección estuvo integrada por Héctor Conde Oña, Edid Mederos Mayedo, Eney Mederos Mayedo, Emilio Lugo Coello, Luís Sainz Noval (F), Bienvenido Pérez y otros. A los combatientes Luís Fernández Quiroga y Ángel Gutiérrez Núñez les encomendaron todo lo inherente a la huelga en el puerto y los ferrocarriles.

Se había convenido por la Dirección Provincial del Movimiento que por la radio se transmitiría una arenga convocando a la huelga, esto falló y provocó el desconcierto que afectó el posterior desarrollo, pero al cursarse la orden de inicio de la huelga se paralizaron todas las actividades.

Luís Fernández Quiroga, con aproximadamente 23 combatientes, se ubicó en la loma de Pastelillo, al fondo de La Gloria, la acción de este comando no permitió el acceso por ferrocarril de un tren con rompehuelgas rumbo al puerto de Pastelillo, ellos obstruyeron las vías férreas y cortaron el tendido eléctrico y cables telefónicos, paralizándose el puerto.

Horas más tarde se presentó un grupo de soldados con reparadores de vías para restablecer los daños causados. Alrededor de las nueve de la noche, en la primera curva de la línea entre Nuevitas y Pastelillo, en el lugar conocido como La Reparación, se obstruyó nuevamente la línea férrea y al presentarse de nuevo los soldados con reparadores de vías los tirotearon y los combatientes impidieron el paso del tren con trabajadores obligados por el ejército.

También se ocasionó un intenso tiroteo que hizo retroceder el tren hacía la Estación y el Ejército emplazó una ametralladora calibre 50 en las cercanías del lugar con el propósito de aniquilar a los combatientes.

Este enfrentamiento determinó que al llegar la noche se tirara una cadena al tendido eléctrico para permitirles a los combatientes abandonar sus posiciones. Las mujeres del Frente Femenino tuvieron una participación activa regando grapas por las calles y así impidieron el tránsito de vehículos.

Al conocerse que la huelga del 9 de abril no había logrado los objetivos se decidió por la Dirección del Movimiento ir retirando a los combatientes desde los distintos puntos, previa interrupción del fluido eléctrico, para facilitar la retirada, además, se tiroteó el cuartel para evitar que los soldados salieran hacía Pastelillo.

La mayoría de los implicados en la huelga fueron detenidos y procesados a los pocos días; gran número de causas se radicaron en el Tribunal de Urgencia de Camagüey pero el hecho hizo patente la tradición de lucha de los nueviteros, quienes consiguieron un importante aporte a la acción convocada por la Revolución en todo el país el 9 de abril de 1958. (Tomado de: www.radionuevitas.icrt.cu).