Comienzos históricos

En la década de los años treinta del siglo XX, miembros de la Respetable Logia Fernando Figueredo Socarrás coincidieron en iniciar acciones para construir una Biblioteca con un fin público, pues la cuantía de centros sociales y el número de pobladores de la ciudad eran cada vez mayor, y la necesidad de fomentar la instrucción pública era una tarea de primer orden, según planteaban aquellos masones.

Para iniciar sus propósitos lograron reunir algún dinero, pero desgraciadamente no fue lo suficiente como para conformar una biblioteca, ni con el mínimo de aditamentos requeridos. Esta inesperada frustración propició la decisión de utilizar los honorarios reunidos en la elaboración de un busto, pues en el centro urbano de la ciudad no existía ningún monumento dedicado al apóstol.

Artífices de la obra

La pieza fue construida por la casa “José Pennino Marble Company”, en La Habana, y fue elaborada con mármol estatuario de carrara. El artista diseñador de la obra fue el profesor A. Jacopi y el maestro constructor fue Francisco Agosto. El busto fue terminado el 6 de octubre de 1937 a las 9:00am y colocado en la entonces “Alameda Martí” cuatro días después.

Principales contribuyentes

Para la construcción del rincón se necesitó de la experiencia y la actividad de Francisco Suárez Piñeiro. En el proyecto de construcción participaron todas las logias de la provincia y el país, las cuales estuvieron muy activas en el tema de la contribución. Esto le dio el derecho a poner su placa con un pensamiento martiano, en el lugar donde se construyó dicho rincón.

TARJA DEL RINCON MARTIANO:

"Rincón Martiano Masónico. Terreno cedido por la Cámara Municipal en acuerdo del día 8 de febrero de 1955, refrendado (legalizado) por el alcalde municipal Emilio Fernández Guach el 10 de octubre de 1956. Construido por la responsabilidad de la Logia Fernando Figueredo Socarrás y la Construcción de la Logia y Masones de Cuba. ”

Costo final de la obra

El costo final de la obra ascendió a la suma de $3 943.00 y fue inaugurado en la mañana del 10 de octubre de 1956 participando los miembros de la logia masónica “Fernando Figueredo Socarrás”, el alcalde de la ciudad y otras figuras políticas.

Significado simbólico

El rincón martiano de Nuevitas, es una construcción que figura como uno de los elementos de la arquitectura urbana que más sobresale dentro de las edificaciones conmemorativas de la última etapa republicana. Pero, su significado simbólico es un enigma para la gran mayoría de los nueviteros. Por ejemplo, el busto de Martí se encuentra de cara al sol y las cadenas que rodean el lugar simbolizan la unidad entre los miembros de las logias y cada escalón es la fraternidad. La escalera para llegar al conjunto monumentario tiene quince escalones divididos en tres tramos: los tres primeros simbolizan la fuerza, la belleza, y el candor, mientras que los otros cinco representan la inteligencia, la rectitud, el valor, la prudencia y la filantropía. Los siete últimos escalones constituyen una simbolización de las siete ciencias liberales: las aritméticas, la música, las artes, la astronomía, la gramática, la lógica y la retórica.

Un escenario Tradicional

Después de 1959 el rincón martiano se siguió utilizando como escenario de actividades sociopolíticas como por ejemplo: la conmemoración del natalicio del apóstol cada 28 de enero, la celebración del 4 de abril, el inicio de la jornada pioneril Camilo-che y la apertura de la jornada por la cultura cubana. En este rincón era muy tradicional que las parejas que acababan de formalizar matrimonio por la ley se fotografiaran junto a la imagen de apóstol, hoy día es una tradición que se ha marchitado. Sin embargo, el acto más importante y de mayor resonancia efectuado en este sitial fue la conmemoración del centenario de la caída de José Martí, el 19 de mayo de 1995. Asistió a través de un gigantesco desfile una gran masa popular que presenció dicho acto.

Monumento patrimonio histórico de la localidad

El rincón martiano, es sin dudas, una brillante obra arquitectónica que en la ciudad de Nuevitas es testigo de los momentos más trascendentales de la historia del municipio. Todos los nueviteros en alguna ocasión han tenido la oportunidad de estar allí, donde la brisa directa de la bahía acaricia el rostro de quienes contemplan la maravillosa vista al mar que facilita el conjunto monumentario, que la Oficina del Historiador (Camagüey) y el Museo Municipal de Nuevitas, proclamaron como patrimonio histórico de la localidad.